martes, 30 de octubre de 2007

Isabel...

Cuando tenía doce años me sentaron junto a una niña que tenía una sonrisa gigante...se reía de todo...aveces se reía de nada...creo, que cuando tenía doce años aprendí a reir...
En casa nunca se comía "comida chatarra", mi madre era vegetariana y tacaña (je!), así que en casa no habían dulces, chocolates, ni hamburguesas.
Esa niña se llamaba Isabel...a los doce años la sentaron junto a mi, a los doce años me enseñó a reir, a los doce años me hizo probar por primera vez una hamburguesa...así que a la fecha no recuerdo si aprendí a reir "de gracia" o "de hambre"...
La gente opina que me río mucho, y que mi risa es contagiosa...si ellos supieran que la risa no es mía sino de Isabel...
Isabel fue mi amiga durante muchos años...la vida nos separó, como suele distanciar a la gente...otras niñas se sentaron junto a mí (pero ninguna sabía reir)...la vida me acercó muchas veces gente que me enseñó una infinidad de cosas...sin embargo yo nunca olvidaré a aquella niña que a los doce me enseñó a reir...
El punto es que hace unos años, estaba en casa estudiando cosas que no necesitaba estudiar, porque aunque las aprendiera nunca las iba a aplicar (por lo menos no las iba a aplicar tanto como a la risa que a los doce me enseñó Isabel)... el punto es que, mientras estudiaba cosas que no aprendería, sonó el teléfono, alguien del otro lado se reía...pues sí, era Isabel..-hola nena! tanto tiempo!cómo estás?..necesito que vengas a verme..
Esas fueron las palabras que usó Isabel aquel mes de Julio...las recuerdo porque aún hoy, después de tantos meses no he podido perdonar mi respuesta...-Voy mañana, te prometo!.
Si señores, le prometí que iría a verla...por qué le mentí?...no sé, tal vez fue por cobardía..
Hace dos años que Isabel murió..debí verla aquel día?..nunca lo sabré...su llamada llegó a mi vida un 29 de julio...su muerte llegó el 2 de agosto...
Sé que es una historia triste...hoy me desperté recordando a Isabel...alguien hace unos días preguntó por ella...
Isabel...Isabel..Isabel, suena a doce años...a tierna infancia...Isabel fue mi mejor amiga, la única que tuve (creo)...Isabel fue un ángel que a los doce años sentaron junto a mí en la escuela...Isabel fue la niña que me enseñó a reir...Isabel es la niña que hoy vive en mí.
Hoy me desperté llorando, recordándola...¿por qué lloro si Isabel me enseñó a reir?...

4 comentarios:

Gloria Riaño dijo...

Yo siempre me rio tmb... q curioso, y no... esas promesas siempre duelen... las q nunca cuples, las que sabes q nunca cumpliras...

Carajo!

Ud mejor ría pos q caray!

JiMe! dijo...

Que lindo! un poco triste, pero lindo al fin.
Todas las personas que conocemos nos dejan alguna enseñanza, pero que bueno que Isabel te enseño a reír, reirse es sano, reirse es lindo. Más con las personas que uno tiene ese no se que mágico, que supongo que tenías con Isabel...

Edgar Paul Palacios Reyes dijo...

Yo tambien tuve a mi Isabel, y ella me enseño a amarme..y a ella tambien.

Por eso hay que reir!!!!!

s4nt0 dijo...

Una vez lei que reir y llorar son las dos caras de la misma moneda, dos reacciones humanas que enciende el mismo interruptor, tal vez por eso, cuando uno rie demasiado llora, y cuando uno llora bastante, puede terminar risa y risa.
al parecer es mas facil cuando uno es niño y no tiene tantos traumas e impulsos reprimidos.
Alo mejor no llorabas, a lo mejor tenias muchisimas ganas de reir, tantas, que no necesitaste hacerlo una sola vez, pasaste directamente al llanto.

Tambien recuerdo aquella entrevista en la que John Lennon cuenta que el no sabia llorar, no sabia como hacerlo, y que Yoko le enseño, he pensado que tal vez yo tambien necesito que me enseñen, lo cual es una cosa bastante absurda, es como pedir que me enseñen a respirar o a dormir, pero si, lo necesito.