jueves, 21 de agosto de 2014

Yeyín,mi vieja chula


 Eres la única que viene, hija, las otras no tienen tiempo para su abuela.

Tomé tu mano, tu palma contra la mía, tan juntas, tan simétricamente iguales... No es sólo parecernos, es correspondernos.

Dijiste Vete!, Haz lo que hacen las chicas de tú edad, qué haces encerrada con una vieja!... Te abracé, me gusta abrazarte, te dije.

- El páncreas había sido un órgano maligno, y yo sin saber que existía... Se me antoja un buen puchero, un choripán, un sanguche de queso... Esto no es una reunión social...-. Entonces te conté el cuento de Rapunzel, el de los antojos, el que no conocías.

Estuve ahí, en el lecho, acompañando tu muerte, para que no te alcanzara en soledad.

Te escuché gritarlo, pedir a gritos el perdón de Dios, "dejenmen", "se está cometiendo un delito, Cristina vení"... Te ví perderte en la memoria, buscando un punto,intentando atravesar puertas, no poder elevar los brazos durante el día, y darme soplamocos de beisbolista por las noches.

¿Sabés quién soy?... Sí, mi Pauli. Nunca te olvidaste de mí.

Te fuiste.... ahí donde no puedo seguirte... Te fuiste para siempre, para nunca jamás... Mi vida, mi amor... desolada, un hueco, un vacío en el que me pierdo y te pierdo... te perdí... para siempre...

Quién recordará, diez años después, en todas las reuniones familiares a "Pobrecita mi Pauli, su novio la dejó por otra", quién arruinará las fiestas y discriminará a los negros, como los hacías vos..

Lo último que dijiste fué "no te vayas".... Lo último que dije fué "sos el amor de mi vida, siempre vuelvo a vos"




Chau Antonia