domingo, 28 de noviembre de 2010

La Oveja negra


En un lejano país existió hace muchos años una Oveja negra.

Fue fusilada.

Un siglo después, el rebaño arrepentido le levantó una estatua ecuestre que quedó muy bien en el parque.

Así, en los sucesivo, cada vez que aparecían ovejas negras eran rápidamente pasadas por las armas para que las futuras generaciones de ovejas comunes y corrientes pudieran ejercitarse también en la escultura.

Augusto Monterroso

miércoles, 24 de noviembre de 2010

martes, 23 de noviembre de 2010

good vibe zone

Mi lista.


Alguien mencionó su infelicidad con respecto a la sociedad, otro lo miró afirmando sus palabras.

Miro por la ventanilla, todavía faltan como 20 minutos hasta mi parada. Soy testigo (involuntario) de esas conversaciones deprimentes acerca de lo "mal que estamos"...

Una chica embarazada viaja amontonada en un asiento "de a uno" (media nalga sobresale hacia el pasillo, y se convierte en un obstáculo para los niños, que deben procurar dominar sus pesadas mochilas, convertidas en armas mortales por culpa de ese manual Estrada, cuarto grado, quinta edición)...

El chofer grita un: -¡Atrás!. ¡Avancen!- y mira por el espejito retrovisor , creyendo que de esa maner logra intimidarnos.

Una chica de uniforme y corbata azul, conversa con su amiga sobre alguien llamado Diego: -¡Todos son iguales!- dice, y en ese instante se convierte en mujer.

Busco poner en blanco mi mente, malditos monjes tibeteanos y su capacidad de abstraerse, hago fuerza, no está resultando, respiro suve y profundo, suave y profundo, se abre la puerta de atrás, un auto toca bocina, suave y profundo, que Diego esto, que Diego aquello, una vieja con el clásico "¡dame el asiento nene!", suave y profundo, suave y profuno... el suave y profundo se ha convertido en una respiración agitada de pre-parturienta!, es imposible, ¡renuncio!...

Ahora estoy probando con eso de "pensar en algo", a ver... algo interesante... en mi mente aparece el documental que miré a los 12 años, que muestra la imágen de ese león montado sobre una leona, durante 45 minutos, ¡maldición!... escarbo en los recuerdos... aparecen todos momentos de infelicidad, no me gusta recordar las cosas tristes, pero ahora no puedo quitar esos recuerdos de mi mente... Ahora son Los Cafres los que hacen ruido en mi cabeza ("No puedo sacarte de mi mente").

Así que intento pensar cosas agradables... y es en esa búsqueda, que decidí realizar una lista mental de 5 cosas (no vinculadas a la genitalidad) que hacen del amor algo vivible.

Mi lista es:

1. Esa primera vez que la música se puso lenta y me abrazó.

2. Esperar juntos un colectivo, que no importa si fue feridado, siempre llegó antes de lo previsto.

3. Abrir su cama a las 3 am, y que se acurruque para dejarme entrar.

4. Estar cocinando, y recibir un sorpresivo abrazo por la espalda.

5. Andrés, Rodrigo, Gustavo, Matías, Cristian, Ezequiel, Lionel, el desconocido al que le gustaron mis dientes, Jesús, Miguel, Mauro, Nico 1, Facundo, Nico 2, Mauro de nuevo, Jesús de nuevo, Esteban... (y en ese orden)

Esta lista fue auspiciada por línea 11, empresa Santa Ana, envejeciendo a tu lado....

lunes, 22 de noviembre de 2010

no les importa

"Según todas las leyes de aviación, una abeja no debería tener la capacidad de volar.


Sus alas son demasiado pequeñas para levantar su regordete cuerpo del suelo.


La abeja, sin embargo, aún así vuela.


Porque a las abejas no les importa lo que es imposible para los humanos."

(Bee Movie)

viernes, 19 de noviembre de 2010

De Espantapájaros y Nocturno... Don Oliverio


De Espantapájaros

Yo no tengo una personalidad; yo soy un cocktail, un conglomerado, una manifestación
de personalidades. En mi, la personalidad es una especie de forunculosis animica en
estado crónico de erupción; no pasa media hora sin que me nazca una nueva
personalidad. Desde que estoy conmigo mismo, es tal la aglomeración de las que me
rodean, que mi casa parece el consultorio de una quiromántica de moda. Hay
personalidades en todas partes: en el vestíbulo, en el corredor, en la cocina, hasta en el
W. C. ¡Imposible lograr un momento de tregua, de descanso! ¡Imposible saber cuál es la
verdadera! Aunque me veo forzado a convivir en la promiscuidad más absoluta con
todas ellas, no me convenzo de que me pertenezcan. ¿Qué clase de contacto pueden
tener conmigo - me pregunto - todas estas personalidades inconfesabIes, que harían
ruborizar a un carnicero? ¿Habré de permitir que se me identifique, por ejemplo, con
este pederasta marchito que no tuvo ni el coraje de realizarse, o con este cretinoide cuya
sonrisa es capaz de congelar una locomotora? El hecho de que se hospeden en mi
cuerpo es suficiente, sin embargo para enfermarse de indignación. Ya que no puedo
ignorar su existencia, quisiera obligarlas a que se oculten en los repliegues más
profundos de mi cerebro. Pero son de una petulancia... de un egoísmo... de una falta de
tacto... Hasta las personalidades más insignificantes se dan unos aires de trasatlántico.
Todas, sin ninguna clase de excepción, se consideran con derecho a manifestar un
desprecio olímpico por las otras, y naturalmente, hay peleas, conflictos de toda especie,
discusiones que no terminan nunca. En vez de contemporizar, ya que tienen que vivir
juntas, ¡pues no señor!, cada una pretende imponer su voluntad, sin tomar en cuenta las
opiniones y los gustos de las demás. Si alguna tiene una ocurrencia, que me hace reír a
carcajadas, en el acto sale cualquier otra, proponiéndome un paseíto al cementerio. Ni
bien aquélla desea que me acueste con todas las mujeres de la ciudad, ésta se empeña en
demostrarme las ventajas de la abstinencia, y mientras una abusa de la noche y no me
deja dormir hasta la madrugada, la otra me despierta con el amanecer y exige que me
levante junto con las gallinas. Mi vida resulta así una preñez de posibilidades que no se
realizan nunca, una explosión de fuerzas encontradas que se entrechocan y se destruyen
mutuamente. El hecho de tomar la menor determinación me cuesta un tal cúmulo de
dificultades, antes de cometer el acto más insignificante necesito poner tantas
personalidades de acuerdo, que prefiero renunciar a cualquier cosa y esperar que se
extenúen discutiendo lo que han de hacer con mi persona, para tener, al menos, la
satisfacción de mandarlas a todas juntas a la mierda.

Oliverio Girondo

Nocturno

La lluvia,
con frecuencia,
penetra por mis poros,
ablanda mis tendones,
traspasa mis arterias,
me impregna,
poco a poco,
los huesos,
la memoria.

Entonces,
me refugio
en un rincón cualquiera
y estirado en el suelo
escucho,
durante horas,
el ritmo de las gotas
que manan de mi carne,
como de una gotera.

Oliverio Girondo

martes, 16 de noviembre de 2010

No tiene caso huir

Asiento 22, pasillo, apenas la mochila entra bajo mis pies. Una chica me mira frustrada, seguramente pensó que viajaría sola... la ventanilla es suya, así que el viaje será más plácido para ella.

Me acomodo la capucha, "Bajan" me atormenta 02 minutos con 06 segundos, cierro los ojos, puedo verte recostado en ese asiento (ahora la ventanilla es tuya)... Estás ahí, adormecido, compartiendo ese viaje conmigo. Me acompañas, y tu compañía es tan cálida. No hablamos, no hace falta.

Me recuesto en tu hombro, me abrazas, me duermo, te duermes.

Siento movimiento, me despierto, la dueña de la ventanilla busca algo...-¿no viste mi celular?-pregunta... ¿Miraste en los bordes de tu asiento?- le digo... Y como si fuera yo una especie de vidente, ella encuentra en una esquina del asiento 23, ventanilla, su celular.

No puedo evitar sentirme molesta, ha interrumpido nuestra cita, me ha devuelto a la realidad de ese viaje interminable, en el asiento 22, pasillo. Y ahí está "Por mirarte", recordándome que todo fue un sueño...

El viaje duró 3 horas, puse todo mi empeño en dormir esas 3 horas, pero solo conseguí dormir 45 minutos, creo.

Otras canciones siguieron sonando en ese asiento 22, pasillo... (en ese orden)... todas tenían que ver contigo... "Lucha de gigantes" sonó 3 veces (tal parece que la grabé más de la cuenta, je!).

Yo sé que solo fuiste un sueño, una fantasía de las cosas que hubiese deseado encontrar, pero fue agradable encontrarte, fingir que existes, viajar 45 minutos a tu lado.


No quedan mucho por decir, de todas formas en sueños te encontraré... Sólo 2 cosas:

1). No existes, y sin embargo las letras siempre son para ti.

2). La Dimension Desconocida queda en algun punto entre Corrientes y Mercedes, en el asiento 22, pasillo.



Y es como dice el blogquecanta:

A veces el destino es como una pequeña tormenta de arena que sigue cambiando su curso. Tú cambias de dirección pero la tormenta te sigue. Vuelves a cambiar pero la tormenta se ajusta. Una y otra vez haces lo mismo, como un baile de mal augurio con la muerte justo antes de que se ponga el sol. Porque? Porque esta tormenta de arena no es algo que venga soplando desde muy lejos, algo que no tiene nada que ver contigo. Esta tormenta eres tú. Algo dentro de ti. Entonces lo unico que puedes hacer es darte por vencido, adentrarte en la tormenta, tapar tus oídos para que la arena no entre y caminar dentro, paso a paso. No hay sol ahí dentro, no hay luna, no hay direcciones ni sentido del tiempo. Solo una fina arena blanca revoloteando como huesos pulverizados.

Kafka en la orilla fragmento
Haruki Murakami

martes, 9 de noviembre de 2010

"viajar, conocerte, compartir un rincón del mundo, despertar y verte..."

"Me pregunto si las estrellas se iluminan con el fin de que algún día, cada uno pueda encontrar la suya."

viernes, 5 de noviembre de 2010

"Con Faldas y a lo loco" (1959), dirigida por Billy Wilder. Guión de Billy Wilder y I.A.L. Diamond



Joe E. Brown: "Hablé con mamá. Estaba tan contenta que hasta lloró. Quiere que lleves su vestido de novia. Es de encaje blanco ".

Jack Lemmon: "Osgood, no puedo casarme con el vestido de tu mamá. Seguro que ella y yo ...no tenemos el mismo tipo".

Joe E. Brown: "Podemos arreglarlo".

Jack Lemmon: "Oh, no hace falta. Osgood, he de ser sincera contigo. Tú y yo no podemos casarnos".

Joe E. Brown: "¿Por qué no?.

Jack Lemmon: "Pues, primero porque no soy rubia natural".

Joe E. Brown: "No me importa".

Jack Lemmon: "Y fumo. ¡Fumo muchísimo!".

Joe E. Brown: "Me es igual".

Jack Lemmon: "¡Tengo un horrible pasado!. Desde hace tres años estoy viviendo con un saxofonista".

Joe E .Brown: "Te lo perdono".

Jack Lemmon: "Nunca podré tener hijos".

Joe E. Brown: "Los adoptaremos".

Jack Lemmon: "No me comprendes, Osgood. (Se quita la peluca). Soy un hombre"
.

Joe E. Brown: "Bueno, nadie es perfecto".

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Descubrir que existes...


Por definición, las caricias son cualquier tipo de manifsetación de una persona, que implique el darse cuenta de la existencia de otra...

Hoy, este es mi aporte...