Señorita qué se le ofrece? - preguntó amablemente el guardia del banco. El hombre parecía amable, en mi ingenuidad creí que pretendía ayudarme, que se trataba de una persona eficiente, nunca imaginé que intentaba cagarme, - Necesito hacer un depósito respondí-. Me miró, sonrió, y señalando un edificio que quedaba en el fondo, dijo - Entonces está en la fila equivocada, los depósitos se realizan por la otra entrada-
Su cara de boludo no me indicó nada, debí sospechar que se trataba de un garca, pero no lo descubrí hasta más tarde...
En la siguiente entrada me recibió otro sujeto, con el mismo disfraz, y la misma cara de boludo. -En qué la puedo ayudar? - (en qué la puedo "ayudar" dijo, ahora lo repaso y me provoca risa... "ayudar"...). Necesito hacer un depósito- le expliqué. - Aquí tiene su número (V 201), suba al primer piso y pregunte por Valeria Villalda - (fué la primera vez que la nombraron). Parecía una tarea simple, todos fingían "ayudarme", y yo caminaba por el banco buscando pistas, como si realizaar un puto depósito fuera una tarea de piratas.
El primer piso quedaba en la luna, una escalera caracol te conducía hacia un descanso, que aparentaba ser un primer piso, pero cuando llegabas la muy guacha pegaba otra enroscada, así que tardé un buen rato en llegar a Valeria Villalda. Sorpresa fué descubrir que, como gemelos malditos, se multiplicaban, y allí, paradito con su cara de inocente muñequito me esperaba el muy hijo de puta, con su cara de nene bueno. Otro guardia con carita de boludo, fingiendo colaboración. Señaló la oficina de Valeria Villalda, una flaca escuálida, pintarrajeada hasta la patilla. Cuando llegué estaba con una gorda, apretaba el teclado como si trabajara para el FBI. Esperé un buen rato, seguían hablando de sus ñoñeces, imprimieron algo, llamada telefónica, derivación, por fin, mi turno. y he aquí que me juega una carrerita una vieja con cara de bruja, y no quiero parecer cobarde, pero es que me clavó una mirada de psicópata, que me dejó en un rincón temblando. Así que otros treinta minutos abrazada al pilar, esperando que Scully (Valeria Villalda) hiciera su burocrático trabajo... Se paró la vieja, estrechan sus manos, y ahora sí, ¡mi turno!... la vieja me rosó, y la muy desgraciada dibujó la sonrisa de la victoria mientras se alejaba.
- ¡Hola!, Me mandó el guardia a hablar con usted, necesito hacer un depósito -
- ¡Qué lástima! - dijo (creo que a estas alturas, no hace falta aclarar que no parecía muy apenada). - Primero debes depositar en tu cuenta, y luego yo realizo la transferencia -
- ¿El depósito puedo realizarlo por cajero automático? - dije
- Sí -
- ¿Y la transferencia también puedo realizarla por el mismo cajero?- averigüé
- Claro-
- Entonces, andate a la mierda flaca conchuda! - Saqué el rifle y maté a Scully y a todos sus secuaces con cara de boludos
Eso desié, inmensamente lo desié... La verdad es que sólo sonreí, y despué de 2 horas, salí a la calle... Me crucé con el primer guardia ("el amable"), me preguntó: - ¿y nena? ¿pudiste? - ... Por algo no porto un arma, pensé
Un zumbido finito y estridente me ensordece, el silencio me envuelve con su pesada penumbra, y la melancolía toma el protagonismo correspondiente... afuera la lluvia, adentro la pena.
