oid mortales

...Esperaron en silencio que las cosas sucedieran, creyeron que con la calma llegaría la respuesta.

El doloroso apego que los unía acallaba la pena, y mientras la realidad y la rutina los devoraba, fueron cultivando el amor, que como una semilla germinaba en sus cuerpos invadiendo su sangre.

Él esperó que se fuera, ella esperaba irse.

El cuarto se impregnó
del perfume de su cuerpo.

Ella lo amaba con una intensidad incomprensible.

Parecís un ser mágico, su nariz puntiaguda, sus orejas alargadas y sus irresistible cuerpo "pecoso" parecían haber sido creados de polvo de estrellas, sus ojos mezcla de arena, sol y oro.

Cuando lo miró por primera vez sintió como se estrujaba su hígado, como la sangre caliente envenenaba sus vísceras.No quedó un espacio en donde no habitara.

Se miraban, se rozaban, se presentían, se soñaban juntos...

Ella despertó un día con la certeza de que se perderían.Se acercaba el final que los alejaría.Ella se asustó, empezó a correr, se alejó, abrió la puerta y caminó lejos de él.Él no podría alcanzarla, él no podría encontrarla.

Ella se despidió llorando, él la miró marcharse.

Ella lo amba, él la amaba.

Ella corrió, él no le pidió que se quedara, la dejó elegir, y ella no sabía hacerlo.

Ella le pidió que fuera su hogar, él se asustó y le abrió la puerta para que buscara un lugar donde nno la necesitara.

Ella se fué... Cuando lo miró por ultima vez sintió comop se estrujaba su hígado, como la sangre envenenaba sus vísceras.