lunes, 18 de octubre de 2010

Gracias...

Me dijo que iba a "agradecerle un día tanto sufrimiento"....

"¡Qué imbécil!", pensé.... El sufrimiento no se agradece, mucho menos si no lo mereces...

Pasaron los años, "¡Qué imbécil!", seguí pensando...

Hoy me desperté recordando sus palabras...

Sólo dije "Gracias"....


... "¡Qué imbécil!", seguí pensando... y dejé que se perdiera en la memoria...

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