sábado, 22 de septiembre de 2018

Eras malo, y no me avisaste....

Me arrancaste la fé. La llevaste a empujones al afuera, huérfana de mí, de nosotros.

La luna encandiló la inocencia que me robabas, te vió amontonarla en la esquina, entre el montón de inocencias de otras. Yo era nadie.

Me engañaste... 
En mi cama se tendían tú olor, y la rancidez de aquellas.

Me abandonaste. No sabías de respetos y lealtades. Y por años tú fantasma deambuló en la casa.

Te amaba. Te amaba desgarradoramente... tanto, que aveces me olvido, y te amo de a ratos.

Desperdicié el amor apasionado en vos, que sólo eras para un rato...

Y te recuerdo en las noches tristes, con la pena del descorazonado.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo te recuerdo en las noches tristes, con la pena del descorazonado.

Edgar Paul Palacios Reyes dijo...

Me acorde de los Amorosos de Jaime Sabines...saludos despues de tantos años