martes, 23 de octubre de 2012

él me amó

Se tapó los ojos y lloró como si le importara; me fuí, bajé las escaleras intentando mantener la calma, hubiese preferido que no se notara la fuga, pero era demasiado evidente, mi lentitud no logró disimular la taquicardia que se produce sólo cuando corres. Y corriendo, me alejé.

Llevo una eternidad repasando el picarpote de la puerta que giré, los ángulos rectángulos que enmarcaban el suelo de aquel eterno pasillo, la vereda del vecino, la esquina, la sombra del árbol que no fué suficiente... su rostro...

Después de tantos años, de tanto huir de tanta gente, de tanto alejarme en un disimulado correr, de tanto esconderme... enciendo la radio, "y  en realidad, hay cosas que no voy a olvidar, como tus ojos de soledad, la tarde que los hice llorar"... y ahí está de nuevo, esa habitación en la que me pidió que me quedara y corrí.


Con los años lo superé, otros corrieron de mí, pero no conseguí olvidarte.... Al final el karma me obligó a saldar la deuda que tenía contigo... Nunca entenderé cómo pude dejar que sufrireras y correr...


                                             Perdón por dejarte llorar por mí, lo siento

1 comentario:

Anónimo dijo...

quisiera poder verla, encontrarla, solo unos minutos, tal vez unas horas,una eternidad, volver a tener su mirada cerca,oir sus palabras,callar mis silencios,reir tras el cafe, y una vez mas, despues de tantos años, caminar a su lado por nuestras callesitas, de san fransisco... a santa rosa.