domingo, 26 de febrero de 2012

Ed elli avea del cul fatto trombetta ("y él había, del culo, hecho trompeta").

Se denomina flatulencia, ventosidad, gas estomacal y vulgarmente pedo a la mezcla de gases que se expulsa por el ano con un sonido y/u olor característicos. Esta mezcla proviene de gases ingeridos y otros gases producidos, a partir de los alimentos, por bacterias y levaduras simbióticas que viven en el tracto gastrointestinal de los memíferos, y por partículas aerosolizadas de sus excrementos.
La flatulencia tiene un olor muy desagradable.
Los flatos también contienen partículas aerosolizadas de excrementos, aunque en cantidades minúsculas.
El metano y el hidrógeno son inflamables, por lo que algunas flatulencias son susceptibles de encenderse con fuego.
Los sonidos comúnmente asociados con la flatulencia se producen por la vibración de la apertura anal, y ocasionalmente por las nalgas cerradas. El sonido varía dependiendo de lo contraído que se encuentre el músculo del esfínter y la velocidad a la que se expulsa el gas, así como otros factores como la humedad y la grasa corporal. El flato llega al ano siguiendo los mismos movimientos peristálticos que las heces, produciendo sensaciones similares de urgencia e incomodidad. Las terminaciones nerviosas en el recto aprenden a distinguir entre flatos y heces, aunque las deposiciones demasiado fluidas pueden llegar a confundir estos sensores y provocar una defecación accidental.

Aunque es probable que el humor de la flatulencia se considere divertido, muchas culturas consideran descortés hacer público un gas.

Rara o comúnmente (esto dependiendo muchas veces del sitio y de las personas presentes), se le puede hacer burla (por medio de risa o hasta lenhuaje soez) al individuo que liberó la flatulencia. A esto, muchas veces el individuo siente vergüenza.

En casos contrarios, el individuo que llega a percibir el sonido y/o el aroma, puede incluso enojarse.



Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Flatulencia

1 comentario:

Anónimo dijo...

jeje!...muy bueno! faltó afirmar que la mayoria quedan huerfanos.