Otra vez se quedaron los dos amigos largo tiempo en silencio mirando al cielo de la noche, donde el dragón de la suerte seguía trazando sus círculos con movimientos ondulantes; lentos y pausados. De vez en cuando atravesaba, como una nube blanca, la luna llena.
-¿No duerme Fújur? -preguntó finalmente Bastián.
-Está durmiendo ya -dijo Atreyu en voz baja.
-¿Sin dejar de volar?
-Sí. No le gusta estar dentro de las casas, ni siquiera cuando son grandes como el palacio de Qüérquobad. Se siente oprimido y encerrado e intenta moverse con todo el cuidado que puede para no derribar ni romper nada. Sencillamente, es demasiado grande. Por eso, casi siempre duerme en el aire.
-¿Crees que me dejará también montar sobre él?
-Claro que sí -dijo Atreyu-, pero de todas formas no es muy fácil. Hay que acostumbrarse...
Michael Ende - La Historia Interminable.
1 comentario:
de mis favoritas..mi única e interminable historia sin fin...
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