viernes, 17 de noviembre de 2017
jueves, 26 de octubre de 2017
Basta de tanto odio!
Llego 10 minutos antes, saludo, me saludan. Los observo. Se
saludan como si se quisieran, pero se detestan. No hablan de política porque
ahí se dan cuenta que se odian, y el odio es un sentimiento oscuro. No les
gustan las oscuridades. Comienzan las charlas obligadas, las que nadie quiere
sostener, pero los silencios incomodan. No les gustan las incomodidades.
“Parece que hoy va a hacer calor” “¿Viste el desastre en
Miami?” “¿Te vas de vacaciones?”… Y así las sucesivas preguntas, que conducen
al no me importas, pero te hablo.
Y como destinado a ocurrir, las oscuridades y las
incomodidades, se hacen espacio para emerger como la secreción purulenta de un
absceso explotando y enchastrando con su podredumbre.
“Apareció la pendeja, estaba con la novia, porque parece que
es torta” “Este es el único país del mundo donde cagás a palo a un gendarme en
una protesta, y no te pasa nada” “Ahora son todos putos” “Esas negras tienen
hijos para que les den un Plan Social” “¿Lo encontraron muerto?, que se cague
por andar cortando rutas en lugar de ir a laburar.... Y así la secreción
pegajosa de sujetos que se detestan y lo disimulan.
Tocan la puerta, una estudiante interrumpe: “¿Profe puedo
hacerle una consulta?”, me levanto flotando para salvarme… Sonrío, me disculpo
(es imprudente no hacerlo), y me alejo de la jaula de los indeseables… Me alejo
detestándolos (el odio es un sentimiento oscuro, me digo).
En la puerta me esperan un grupo de alumnos, en sus miradas
veo un charquito de lluvia, y me alivia, pronto serán barro, pero hoy son agua
fresca.
jueves, 18 de mayo de 2017
Todo pasa
Se paró a mirar esa ventana por la que entraban las hojas de otoño... El suelo forrado de un otoñal amarillo, la habitación, su alma...
Caminó hacia el pasado, vió las ilusiones, las miserias. Se sentó a apreciarse (del verbo apreciar, porque se sentó a mirarse con cariño y amarse).
Lo vió quererla (aveces), lo vió retenerla para no perderla, lo vió estrujando su corazón...
Se asomó a la ventana, y lo vió irse, perderse entre la palidez del otoño.
Se observó llorando, suplicando... y se sentó a apreciarse (del verbo apreciar).
Y en otoño se despidió de ella, de esa ella que ya no está, que habita un amarillento pasado. Se despidió sabiendo que volverían a encontrarse, porque no puede escaparse de ese otoño en el que ya no la amaba.
Caminó hacia el pasado, vió las ilusiones, las miserias. Se sentó a apreciarse (del verbo apreciar, porque se sentó a mirarse con cariño y amarse).
Lo vió quererla (aveces), lo vió retenerla para no perderla, lo vió estrujando su corazón...
Se asomó a la ventana, y lo vió irse, perderse entre la palidez del otoño.
Se observó llorando, suplicando... y se sentó a apreciarse (del verbo apreciar).
Y en otoño se despidió de ella, de esa ella que ya no está, que habita un amarillento pasado. Se despidió sabiendo que volverían a encontrarse, porque no puede escaparse de ese otoño en el que ya no la amaba.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)